

Trabajadoras del Movimiento Popular La Dignidad se encadenan a las rejas del ministerio de Desarrollo Humano porteño, ubicado en Piedra Buena 3280. Exigen la renovación del convenio de Veredas Limpias y la reincorporación de las 380 trabajadoras, despedidas por la gestión de Jorge Macri.
Como parte del plan de lucha, el viernes de la semana pasada realizaron una sentada en el Obelisco, que fue brutalmente reprimida por la policía de la Ciudad, quien arrastró a las trabajadoras por la avenida y detuvo a tres integrantes de la organización.
"El gobierno de Jorge Macri, a través de su ministro de Desarrollo Humano, nos comunicó que no se renovarán los convenios del programa Veredas Limpias, que se encarga del barrido y la limpieza en barrios populares, donde no entra el servicio de recolección urbana", denunciaron las trabajadoras despedidas.
El 31 de diciembre vencieron los convenios, pero los 380 trabajadores (en su gran mayoría mujeres) continuaron realizando la tarea a la espera de una renovación que no llegó.
Esto significa que las y los trabajadores de las Cooperativas Veredas Limpias se quedaron sin trabajo. "Esta avanzada contra el pueblo debe frenarse en unidad".
Mónica Ruejas, presidenta de la junta vecinal del barrio Los Piletones, presente en el lugar denunció que hace dos meses no cobran sus haberes y el impacto que eso genera en la economía doméstica. "Muchas de las que estamos acá somos jefas de hogar. Necesitamos el trabajo y una solución urgente", avisó.
Asimismo, denuncian que "en la ciudad con mayor presupuesto del país, que persigue policial y mediáticamente a los trabajadores y trabajadoras de la economía popular, la injusticia es cada vez mayor".
"El ataque a los movimientos populares, y en particular al Movimiento Popular La Dignidad, que no sólo tenemos presencia en toda la ciudad, sino que fuimos parte de la pelea por el derecho a la urbanización de las villas y núcleos habitacionales y de la creación de los programas de higiene y recolección".
"Dejar a trabajadorxs sin sus puestos de trabajo y no reconocer lo trabajado en estos casi tres meses es, ademas de mezquino, inhumano y una clara política para perpetuar la desigualdad", expusieron desde La Dignidad.
Mientras aguardan que el Gobierno de la Ciudad las reciba, las mujeres continúan encadenadas a las rejas del Ministerio de Desarrollo Humano porteño.