domingo 28 de abril de 2024 - Edición Nº277

Sindicales | 12 mar 2024

Producción y trabajo

Daniel Rosato sobre la apertura de importaciones: "Es el inicio de la crónica de una muerte anunciada para las Pymes”

El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, alertó que la decisión del Gobierno nacional de liberar y bajarle los impuestos a las importaciones de productos terminados de la canasta básica.


El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, alertó que la decisión del Gobierno nacional de liberar y bajarle los impuestos a las importaciones de productos terminados de la canasta básica “provocará la quiebra de miles de Pymes industriales y una destrucción masiva de puestos de trabajo, lo que generará una espiral de la crisis económica y social de los argentinos”.

Además, lamentó que las autoridades nacionales hayan encontrado en las Pymes argentinas a las responsables por las remarcaciones de precios, que provocaron la suba inflacionaria, al señalar que “no se tuvieron en cuenta la suba de los costos de la producción, que generó la liberación de precios, luego de la devaluación de diciembre, ni la rentabilidad inédita de las grandes cadenas de supermercados, quienes llegaron a casi duplicar los precios que se envían desde las fábricas”.

“Echarles la culpa a los fabricantes locales de productos de la canasta básica por la suba de la inflación es una decisión tan desmesurada, como errónea. Las Pymes nos enfrentamos a una crisis de la producción desde mucho tiempo, con una inflación de costos que restringió al máximo la rentabilidad de las empresas. La caída del consumo generó un estado de alerta, porque costaba cada vez más sostener la capacidad instalada con ingresos deteriorados. Si aumentábamos los precios de manera insostenible, no íbamos a vender nada. Si sólo se hace ese cálculo, se puede corroborar que las remarcaciones de las góndolas no es nuestra responsabilidad”, afirmó Rosato.

Y continuó: “En estas semanas habíamos detectado la presencia de productos importados en las góndolas de varios supermercados, como aceitunas, fideos secos y salsa de tomate, con precios muy superiores a los locales. Incluso, más caros de los que se consiguen en el exterior. La liberación de las importaciones, como pasó en otras épocas, no generará mejores precios, sino que competirá de manera desleal y los argentinos estaremos pagando trabajo extranjero a cambio de desempleo local”.

Rosato alertó que “la baja de impuestos a las importaciones provocará un achicamiento y un traslado a la informalidad de cientos de Pymes, que son los pasos anteriores al cierre de las fábricas”, y dijo que “la destrucción de la producción nacional profundizará la pérdida de puestos de trabajo, el derrumbe del consumo y el crecimiento de la pobreza”.

“La decisión del Gobierno de importar productos terminados, quitándole también impuestos, va a contramano de lo que sucede en la Argentina, en donde a las Pymes se les han incrementado los impuestos para producir. Lo que debería haber hecho la administración nacional es quitar impuestos y comprometer a las fábricas, pero especialmente a los grandes comercios, a bajar los precios. Destruyendo la oferta local no se encuentran soluciones, sino más problemas”, sostuvo.

Y precisó: “Los importadores competirán en términos marginales con los productos nacionales, porque no habrá una baja de precios, sino que flotarán en la línea de ofertas actuales, pero con la diferencia de que pagarán menos impuestos y no tendrán los costos de producción locales, afectados por la devaluación y la inflación. Incluso, los países que exportan a la Argentina tienen políticas de promociones industriales, como financiamiento y subsidios, que les agranda los márgenes de ganancias. Ninguna de esas empresas va a reducir sus ganancias para ayudar al país. Ya lo estamos viendo con ofertas que tienen precios hasta el doble mayor que en otros países”.

El presidente de IPA le reclamó al Gobierno “una cuota de sensatez en el manejo de la administración pública, para evitar que una decisión no esté orientada por un sentimiento de enojo o ira por una situación puntual, sino que debe tomarse en base a un efecto de mediano y largo plazo”. “Si se destruye la oferta nacional, incluso por una baja de precios temporal, en un futuro conflicto inflacionario no le permitirá a la administración negociar con nadie, porque tanto los precios, como el abastecimiento, estarán en manos extranjeras. Si seguimos por ese camino, es el inicio de la crónica de una muerte anunciada para las Pymes”.

 

 

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