

El secretario General de las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas, Marcelo Pariente, subrayó la participación del brazo político del movimiento obrero en la marcha que, este miércoles, volvieron a encabezar las y los jubilados contra el ajuste que promueve el Gobierno Nacional, la represión y la aprobación del DNU que habilita al Ejecutivo a negociar endeudamiento con el FMI.
"Fuimos a respaldar a los jubilados, a manifestarnos contra la represión y a respaldar a los compañeros de prensa, luego de la tragedia de Pablo (Grillo)", dijo el dirigente sobre la violencia que las fuerzas de seguridad desplegaron la semana pasada, al mando de Patricia Bullrich, sobre los manifestantes y trabajadores de prensa, entre ellos, el fotógrafo Pablo Grillo, que aún transita una situación delicada de salud. "Después de la violencia desmedida, innecesaria y provocada de la semana pasada, decidimos desde las 62 que había que estar", insistió.
En tanto, sobre el megaoperativo que montó el Ministerio de Seguridad y el mensaje que difundió en las pantallas y altavoces de las estaciones de trenes, donde advertía: “La policía va a reprimir cualquier atentado contra la República”, Pariente recordó: "Esta forma de actuar ya la vimos cuando gremios del transporte realizaron una legítima medida de fuerza y el Gobierno utilizó el aparato del Estado para apuntar a los dirigentes sindicales, culparlos de la situación, para que la opinión pública se enoje con esos dirigentes porque no funcionaban los transportes". Además, valoró "el coraje de la militancia" como respuesta a "la militarización de la Ciudad" que, lejos de "generar miedo", despertó un importante respaldo a las y los jubilados en las calles.
Además, el Secretario General de las 62 calificó como "bochornosa" la aprobación que diputadas y diputados hicieron del DNU, que habilita al Ejecutivo a tomar nueva deuda con el FMI. "Hay traiciones, se compran voluntades... diputados y diputadas, que históricamente hicieron su camino dentro del peronismo y hoy no tienen problema en levantar la mano para apoyar medidas de un Gobierno que son inconstitucionales, ilegales y someten al Pueblo. El Congreso se ha transformado en un cambalache".
En ese sentido, se refirió a uno de los objetivos planteados por las 62, que conduce junto a Karina Moyano. "Hace años venimos planteando que dentro del Peronismo hay que cambiar aquello que nos hace repetir errores y mientras el Peronismo no lleve adelante un debate genuino y honesto, donde empecemos a poner sobre la mesa este tipo de cosas, esto va a seguir pasando: que lleguen a una banca hombres y mujeres levantando la bandera de Perón y Evita y lo primero que hacen es votar leyes en contra del pueblo argentino y de la Nación. Esto es porque en algún momento hubo un acuerdo arriba, pero no hubo un debate abajo de cuáles iban a ser los compañeros que iban a ocupar esos lugares", dijo. Por eso, arengó sobre el debate/desafío que debe encarar el peronismo: "Tenemos que salir a buscar lugares que ocupen compañeros representativos, que no van a traicionar. La falta de participación del movimiento obrero en las listas tiene que ver con esto. Estoy seguro de que ningún o mujer del movimiento obrero estaría levantando la mano para ir en contra de los trabajadores".
En el marco del trabajo político, las 62 llevan normalizadas más de 25 regionales en diferentes puntos del país, con el objetivo de recuperar fuerza territorial/barrial/vecinal. "El brazo politico tiene que tener construcción territorial, sino cómo vamos a discutir la política en el territorio", dijo. Y aseguró que mientras realizan esa tarea articulada, continuarán normalizando regionales, discutiendo y generando acuerdos para que el movimiento obrero tenga los lugares que le corresponden en el armado político, con vistas a las elecciones legislativas de este año. "Desde las 62 vamos a discutir esos lugares y no se los vamos a regalar a nadie", apuntó.
"El Peronismo tiene la obligación de resolver rápidamente sus discusiones de poder y empezar a organizarse para ser una alternativa real, de Gobierno, que resuelva los problemas de las y los vecinos. Sin embargo, para eso necesitamos unidad, una política ordenada y que las y los trabajadores sean parte", delineó sobre los pasos a seguir para salir del internismo que atraviesa el espacio.
Hacia el final, Pariente le dio el visto bueno a la medida de fuerza que anunció la CGT. Al cierre de esta edición, luego de la reunión de Consejo Directivo, la Central obrera confirmó que llevará adelante una medida de fuerza de 36 horas, a partir del 9 de abril al mediodía, para participar de la movilización de las y los jubilados y un paro general de 24 horas previsto para el 10.
"La CGT tiene que retomar la dinámica que tuvo al inicio del año pasado, con la que muchos nos sentimos representados, cuando se puso al frente de la lucha y los reclamos contra el Gobierno de Milei", dijo. "Ojalá que las medidas tengan continuidad y no sean un amague porque el pueblo, los jubilados, los trabajadores que perdieron sus fuentes de trabajo y todos los que sufren el impacto del ajuste necesitan el apoyo de la CGT".