viernes 25 de abril de 2025 - Edición Nº639

Sindicales | 15 mar 2025

Lucha gremial

"Una victoria de los trabajadores": el SPIQyP frenó el cierre de Praxair Linde y logró reincorporaciones

A más de 90 días de lucha, el Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas, que conduce Facundo Aveiro, confirmó el acuerdo.


Luego de más de tres meses de lucha, el Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas (SPIQYP), bajo la conducción de Facundo Aveiro, logró la reincorporación del 50 por ciento de los trabajadores despedidos en la planta de Praxair Linde en Pacheco y evitó el cierre definitivo de la empresa multinacional.

El conflicto se desató el pasado 5 de diciembre, cuando la empresa despidió a un grupo de trabajadores alegando una crisis económica derivada del contexto nacional. Sin embargo, el Sindicato y los propios trabajadores denunciaron  "que era una maniobra de la patronal para justificar despidos". Situación que ponía en riesgo la continuidad de la planta. 

En ese marco, la organización liderada por Aveiro impulsó medidas de fuerza en todas las plantas de la compañía. Una estrategia que contó con el respaldo de las Comisiones Internas y logró reincorporar al 50 porciento de los trabajadores despedidos. 

"La intromisión de la izquierda, diputados sindicales y el Ministerio de Trabajo, contra la voluntad de los trabajadores", revelaron desde el Sindicato, mientras se sucedían las negociaciones entre las partes, lo que terminó dilatándolas por 30 días y perjudicando a los trabajadores despedidos. Al momento de retomar las conversaciones, "la empresa retrocedió en su oferta y endureció aún más su postura: ofreció menos reincorporaciones de las que había planteado previamente. Es decir, su intervención perjudicó a los trabajadores", explicaron. 

"Sectores del Frente de Izquierda, diputados de su espacio, diputados de extracción sindical kirchneristas y el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires (delegación Tigre) se entrometieron en el conflicto sin comunicarse antes con la organización que, legítimamente, representa a los trabajadores, prestándose al boicot de los sectores de izquierda y entorpeciendo las negociaciones con medidas inorgánicas e inconsultas", dijeron.

"Lo más grave es que los propios trabajadores de todas las plantas, a través de sus comisiones internas y el sindicato, exigieron a la izquierda que no se metiera en un conflicto donde nadie los llamó. Advirtieron que su intervención solo perjudicaría las negociaciones y pondría en riesgo los puestos de trabajo, como ocurre siempre".   

Asimismo, al repasar los hechos, desde el SPIQyP consideran que la izquierda buscó "pudrir" la negociación "al correr el arco cada vez que se avanzaba porque tenía un único objetivo: instalar a su propio candidato en el distrito, a costa de los trabajadores". Por lo que más allá de una supuesta decisión empesaria habría intereses políticos. 

"A pesar de que el 95 por ciento del conflicto estaba resuelto hace un mes, la intromisión de estos sectores generó un retroceso, desgastó a los trabajadores y le dio a la empresa la excusa perfecta para endurecer su postura y amagar con el cierre", sostuvieron fuentes del SPIQyP.  

Además, desde la Organización apuntaron al accionar de la delegación Tigre del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, en particular del delegado Juan Manuel Reboredo, "quien ingresó al conflicto con la prepotencia de que ellos ´resolverían el problema´ y ´le pondrían los puntos a la empresa´, incluso saliendo en medios de comunicación, algo pocas veces visto".  

Sin embargo, en las últimas audiencias, tras dialogar a solas con la empresa, "fue el mismo Reboredo quien cambió de discurso y les dijo a los trabajadores y al sindicato que ´el ministerio hasta acá los va a acompañar´ y que solo respaldarían cinco reincorporaciones, poniéndole un techo artificial a lo que se venía logrando con lucha sindical".  

En tanto se anunciaron las reincorporaciones y la continuidad de la planta Praxair Linde en Pacheco, el SPIQyP la calificó como "una verdadera victoria de los trabajadores".

"A pesar de los intentos de boicot, la estrategia del SPIQYP logró doblegar la postura de la empresa y evitar un cierre que hubiera dejado a decenas de familias en la calle", indicaron e insistieron en lo perjudicial de la intromisión de diversos actores "que solo perseguían otros fines".  "Una vez más, el sindicalismo organizado y los trabajadores en unidad triunfaron sobre los oportunistas y los ajustadores".

"Este caso deja una lección clara: mientras el sindicalismo peronista real lucha por preservar el empleo y la industria nacional, la izquierda trotskista termina siendo funcional a las grandes multinacionales que, al parecer, operan en tándem".

"Es momento de que algunos sectores dejen de jugar a la política partidaria con el empleo de los laburantes. Si algo quedó demostrado en este conflicto, es que entre una empresa norteamericana y el Frente de Izquierda, estuvieron a punto de dejar a todos en la calle. Pero no lo lograron".

 

 

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